Cierre de la temporada deportiva con este precioso triatlón olímpico, el
único tri que he hecho este año. Lo primero de todo es felicitar a la organización.
Una prueba de sobresaliente a nivel organizativo: boxes, precios, guardarropas,
avituallamientos, circuitos, cierre al tráfico… todo de sobresaliente, así que
enhorabuena a DX2, en particular a nuestro compañero Ricardo Cabrera del
Camaleón.
Entrando ya en materia, me fui a Mazagón el día antes, quedándome en el
hotel colaborador del evento, Solvasa Mazagón. Todo muy bien, incluso los
ascensores tenían la medida justa para que entrara la bicicleta. Cené pasta con
queso antes de preparar todo el material e irme a dormir. Me desperté varias
veces esa noche, seguramente por los nervios. Mi oportuno resfriado contraído
dos días antes tampoco ayudaba. A las 6:30 me levanto y me voy al buffet del
hotel a desayunar. Aparece la tentación de comer huevos fritos, bacon y
salchichas, pero ni tenía demasiada hambre tan temprano, ni es recomendable
hacer experimentos gastronómicos los días de carrera. Así que cereales con
leche, tostada con mantequilla y zumo de naranja, y a por el material.
La habitación del hotel |
Pensé en irme al box en la bicicleta, pero al salir del hotel un triatleta
me ofreció llevarme en su coche. Era Fran, camaleón al que no conocía aún. Me
estuvo contando anécdotas por el camino hasta que llegamos al box, donde conocí
a Jesús y Álex. Fue un placer compartir previa y post-carrera con estos cracks.
Dejamos todo en el guardarropa, y al agua a calentar.
En triatlón, el traje de neopreno está prohibido, permitido u obligado según la
temperatura del agua. En esta tabla se entenderá mejor:
Temperatura del agua
|
Por debajo de
14 grados
|
14-18 grados
|
18-22 grados
|
Por encima de
22 grados
|
Reglamento neopreno
|
Se suspende la
natación
|
Obligatorio
|
Opcional
|
Prohibido
|
Bueno, pues a 1 de noviembre, a las 9 de la mañana, ¡se estuvo decidiendo
hasta última hora si el neopreno se permitía o no! Esto quiere decir que el
agua estaba cerca de los 22 grados. Finalmente se permitió (estrené por fin en
competición mi Orca TRN Thermo), pero hubo gente que nadó sin neopreno y no
hacía nada de frío.
Deseé suerte a Jesús y Álex, y salí en la parte trasera del pelotón. No
quería verme forzado desde el inicio. La natación no tiene mucha más historia,
salí del agua en 26 minutos, por lo que probablemente eran menos de 1500 metros
(unos 1200-1300). Me quito el neopreno y a por la bici. Entre el neopreno, el
casco, calcetines, guantes…y los metros que separaban la salida del agua del
box, que eran de arena y cuesta arriba, tardé casi 5 minutos en la T1. Pero
bueno, eso me importaba poco. Salgo con la bici, y sobre el primer km, alguien
me dice “ponte a rueda, chulo”. No recuerdo si tenía dorsal y era competidor, o
simplemente era un ciclista que pasaba por allí. El caso es que le dije que no.
Y aquí entro en el clásico debate drafting-no drafting. Mi punto de vista
es que no estoy a favor ni de uno, ni de otro, simplemente son dos modalidades
distintas dentro de nuestro deporte, y que en mi opinión pueden convivir sin
ningún problema. Ahora bien, si te apuntas a una prueba sin drafting, no hagas
drafting. Si quieres hacerlo, apúntate a una prueba con drafting. Es tan simple
como eso. Apuntarse y acabar como finisher de una prueba sin drafting yendo a
rueda, no es más que engañarte a ti mismo. Por supuesto, no se puede controlar
al 100% y al final queda aquello de “allá cada cual con su conciencia”.
Fui muy cómodo en el segmento de bicicleta, me adelantaban algunos
(principalmente participantes de la prueba de media distancia), pero también
adelantaba a otros. Me veía dentro de ritmo, iba bien acoplado, y finalmente
saqué una media de algo más de 29km/h, que raras veces he sacado cuando entreno
solo, y que está 1km/h por encima de los 28 que hice cuando vine a reconocer el circuito dos semanas antes. Con este dato, salgo a correr bastante animado.
Tanto, que empiezo a alejarme de mi puesto en el box y me doy cuenta de que
llevo los guantes de la bici puestos. Empezaba a pegar el sol y merecía la pena
volver unos metros atrás a soltarlos.
En la carrera a pie fue donde la magnitud y distancia de la prueba me pasó
factura. Empecé a correr a 6 el kilómetro, pensando nada más en terminar, y con
muchísimo respeto ya que, aunque parezca mentira, la última vez que corrí más de
10km seguidos fue en la media maratón de los Palacios, hace casi un año. Eran
dos vueltas de 5 km, y otro km más hasta meta, aproximadamente. Empezó a
dolerme todo pero terminé la primera vuelta sin parar para nada. Decidí parar
en el primer avituallamiento de la segunda vuelta aprox. Caminé unos metros
para tomar agua y un gel, recuperar la respiración, y me puse como objetivo
llegar de allí al final sin parar.
La foto post-carrera |
No lo conseguí, pero sí acabé en menos de 3 horas de tiempo final, y sólo
paré un par de veces más de allí a meta. Como nota muy positiva, después de los
11km no había ni rastro de ampollas en mis pies, así que espero seguir esta
progresión y poder encontrar continuidad en mis entrenamientos.
En resumen, un cierre de temporada muy satisfactorio, ya que la prueba fue
brillante por su organización. Contento también de compartir previa y
post-carrera con compañeros del club, e ir conociéndoles poco a poco, y
pensando ya en 2015.
Muchas gracias por la mención, y felicidades por tu carrera! Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarGracias Ricardo, te felicito de nuevo porque todo salió genial! Gracias por comentar, un abrazo!
Eliminar