Cuando comuniqué lo de que iba a cometer la locura de casarme este año (es
broma Eli), Miguel, que lleva desde octubre viviendo en Glasgow, Escocia, me
comentó como “despedida de soltero alternativa”, ya que no iba a estar en
España, hacer la media maratón de Edimburgo. Sin embargo, luego rectificó y me
propuso hacer la prueba que da el título a esta entrada, cuya traducción al
castellano según él mismo es “ponerte de fango hasta el culo haciendo el
borrico y pagando”. Una traducción más estándar o clásica podría ser “Desafío
en el Barro”.
Bueno, pues se trató de una carrera de unas 12 millas (algo menos de 20km),
con obstáculos o “gymcanas” intercaladas cada cierta distancia (en teoría cada
milla, pero la separación entre obstáculos no era siempre la misma). Durante la carrera le estuve comentando que había estado muy acertado eligiendo la "putada al novio" de rigor.
Participamos en la carrera Miguel y yo junto a varios compañeros de su
equipo de cama elástica/trampoline. No es una carrera propiamente dicha, en el
sentido de que el tiempo no importa mucho, sino más bien el superar o intentar
superar el mayor número de obstáculos posible.
Nos vamos a la salida, y unos metros más adelante vemos el primer muro que
había que subir (no muy alto), y comenzar ya a llenarse de barro. Delante de
ese muro estaba el verdadero arco de salida. Antes de comenzar, el speaker
comenzó a gritar frases alentadoras y de ánimo (muchas de las cuales no
entendí, por supuesto). Una vez allí, comenzamos a trotar. Durante el camino,
alternamos el trote con la caminata. Estos son los obstáculos que nos tocó afrontar
en esta edición:
La salida |
“Kiss of mud”: como su nombre indica, “besar el barro”. Arrastrarse en plan
comando debajo de alambres de púas que impiden que te eleves demasiado.
Conseguido.
Un participante "besando el barro" |
“Glory blades”: muros de 2,5m de altura inclinados hacia el corredor. Conseguido.
“Just the tip”: Se trataba de atravesar un tramo con paredes laterales en
las que sólo te podías enganchar de un saliente o bordillo con los dedos. Si te
caías, debajo había agua con barro. Aunque hay que decir que además había
tramos de soportes para apoyar los pies. Conseguido.
“Balls to the wall”: subir un muro de 3,5m ayudándote de una cuerda
embarrada, y bajarlo una vez arriba. Conseguido.
El equipo, una vez realizadas las dos o tres primeras pruebas. |
“Arctic enema”: meterse en una mini piscina de agua embarrada y muy fría.
No sé a qué temperatura estaba, pero al entrar hasta el pecho se me cortó la
respiración y no pude completarla. Había que bucear bajo un tablón de madera
con neumáticos. No conseguido.
"Arctic Enema" |
“Electric eel”: arrastrarse “en plan comando” de nuevo, por un suelo de
barro y agua a unos 10cm de profundidad, intentando no tocar los cables
eléctricos que tenías a tu espalda. Me llevé un chispazo, pero bien.
Conseguido.
“Mud mile”: la milla de barro comenzaba con un tramo en el que al pisar te
hundías hasta las rodillas. Mucha gente perdía las zapatillas al tirar de la
pierna (me llegó a pasar y tuve que meter el brazo en el barro hasta el codo).
Luego seguía otro tramo no tan extremo pero en el que seguía siendo difícil
correr. Aquí incluiría también los tramos en los que había que cruzar
montículos de barro seguidos de agua embarrada. Conseguido.
Servidor, cruzando la milla de barro |
“Hangin’ Tough”: el obstáculo con menor porcentaje de éxito (30%). Swing al
estilo Tarzán a través de una serie de anillas colgantes separadas por entre 1
y 2 metros de distancia. Debajo, agua embarrada. Cuando vi a Miguel, más fuerte
que yo, caer, decliné intentarlo. No conseguido.
“Cage Crawl”: 20 metros de jaula con sólo unos centímetros para respirar
sobre la cabeza, y el resto sumergido en el agua. Obstáculo fácil, salvo que
tengas miedo a los espacios pequeños/cerrados. Conseguido.
“Berlin Walls”: Varios muros de unos 3,5m de altura a los que había que
subir sin que hubiera nada donde engancharte. La mayoría de los participantes
requerimos ayuda de otros participantes, el trabajo de equipo era fundamental.
Conseguido.
“Island Hopping”: Típica prueba de plataformas flotantes separadas por
entre 1 y 1,5m. Debajo, agua a poca profundidad. Crucé el río caminando en el
agua ya que me caí en la segunda plataforma. No conseguido.
Miguel, cruzando las plataformas |
“Walk the plank”: Salto desde una plataforma de unos 4 metros a la que
había que escalar previamente. Después, unos metros de nado para salir y volver
al barro. Conseguido.
Miguel al fondo |
“Carry a hero”: Un tramo en el que había que llevar a un participante a
cuestas, para luego intercambiar y ser llevados. Mi compañero, cómo no, fue
Miguel (que se alegrará de que yo haya perdido unos kilos los últimos meses).
Conseguido.
“Boa constrictor”: Tubos en los que había que agazaparse y cruzar por barro
o agua que encontrabas en el suelo. Conseguido.
“Everest”: Una de las pruebas más desafiantes. Coges carrerilla, e intentas
subir una rampa cuya pendiente empieza a crecer hasta terminar casi vertical, y
esperas a que alguien que haya subido te tienda una mano. Imposible conseguir
sin ayuda, a menos que seas tipo “ropero empotrado” y puedas engancharte y
hacer una dominada sin apoyo. Tras subir Miguel y yo ayudamos a unos pocos
participantes. Conseguido.
“Electroshock therapy”: La última prueba antes de la meta, una de las que
más temía y sin embargo la pasé fácilmente. Un tramo en el que hay que
caminar/correr sobre barro, con cables a la altura de las rodillas dándote
calambrazos. Conseguí esquivarlos todos. Conseguido.
¡Meta! “I did it!!” Entramos en meta y nos dieron bebida y barritas para
recuperar. Luego, la foto para la posteridad, con todo el equipo en la meta.
Como curiosidad, las zapatillas que me llevé ya estaban bastante reventadas
antes de la carrera y las dejé allí al ver cómo estaban de barro. No es raro,
ya que vi cientos de pares de zapatillas abandonadas tras las prueba.
Una carrera divertida, que me alegro de haber hecho, y también diferente de
lo que suelo hacer. Una buena experiencia.
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