Triatleta Pileño: noviembre 2014

miércoles, 5 de noviembre de 2014

DX2 Olímpico No Drafting Mazagón

Cierre de la temporada deportiva con este precioso triatlón olímpico, el único tri que he hecho este año. Lo primero de todo es felicitar a la organización. Una prueba de sobresaliente a nivel organizativo: boxes, precios, guardarropas, avituallamientos, circuitos, cierre al tráfico… todo de sobresaliente, así que enhorabuena a DX2, en particular a nuestro compañero Ricardo Cabrera del Camaleón.

Entrando ya en materia, me fui a Mazagón el día antes, quedándome en el hotel colaborador del evento, Solvasa Mazagón. Todo muy bien, incluso los ascensores tenían la medida justa para que entrara la bicicleta. Cené pasta con queso antes de preparar todo el material e irme a dormir. Me desperté varias veces esa noche, seguramente por los nervios. Mi oportuno resfriado contraído dos días antes tampoco ayudaba. A las 6:30 me levanto y me voy al buffet del hotel a desayunar. Aparece la tentación de comer huevos fritos, bacon y salchichas, pero ni tenía demasiada hambre tan temprano, ni es recomendable hacer experimentos gastronómicos los días de carrera. Así que cereales con leche, tostada con mantequilla y zumo de naranja, y a por el material.

La habitación del hotel


Pensé en irme al box en la bicicleta, pero al salir del hotel un triatleta me ofreció llevarme en su coche. Era Fran, camaleón al que no conocía aún. Me estuvo contando anécdotas por el camino hasta que llegamos al box, donde conocí a Jesús y Álex. Fue un placer compartir previa y post-carrera con estos cracks. Dejamos todo en el guardarropa, y al agua a calentar.

En triatlón, el traje de neopreno está prohibido, permitido u obligado según la temperatura del agua. En esta tabla se entenderá mejor:

Temperatura del agua
Por debajo de 14 grados
14-18 grados
18-22 grados
Por encima de 22 grados
Reglamento neopreno
Se suspende la natación
Obligatorio
Opcional
Prohibido


Bueno, pues a 1 de noviembre, a las 9 de la mañana, ¡se estuvo decidiendo hasta última hora si el neopreno se permitía o no! Esto quiere decir que el agua estaba cerca de los 22 grados. Finalmente se permitió (estrené por fin en competición mi Orca TRN Thermo), pero hubo gente que nadó sin neopreno y no hacía nada de frío.

Deseé suerte a Jesús y Álex, y salí en la parte trasera del pelotón. No quería verme forzado desde el inicio. La natación no tiene mucha más historia, salí del agua en 26 minutos, por lo que probablemente eran menos de 1500 metros (unos 1200-1300). Me quito el neopreno y a por la bici. Entre el neopreno, el casco, calcetines, guantes…y los metros que separaban la salida del agua del box, que eran de arena y cuesta arriba, tardé casi 5 minutos en la T1. Pero bueno, eso me importaba poco. Salgo con la bici, y sobre el primer km, alguien me dice “ponte a rueda, chulo”. No recuerdo si tenía dorsal y era competidor, o simplemente era un ciclista que pasaba por allí. El caso es que le dije que no.

Y aquí entro en el clásico debate drafting-no drafting. Mi punto de vista es que no estoy a favor ni de uno, ni de otro, simplemente son dos modalidades distintas dentro de nuestro deporte, y que en mi opinión pueden convivir sin ningún problema. Ahora bien, si te apuntas a una prueba sin drafting, no hagas drafting. Si quieres hacerlo, apúntate a una prueba con drafting. Es tan simple como eso. Apuntarse y acabar como finisher de una prueba sin drafting yendo a rueda, no es más que engañarte a ti mismo. Por supuesto, no se puede controlar al 100% y al final queda aquello de “allá cada cual con su conciencia”.

Fui muy cómodo en el segmento de bicicleta, me adelantaban algunos (principalmente participantes de la prueba de media distancia), pero también adelantaba a otros. Me veía dentro de ritmo, iba bien acoplado, y finalmente saqué una media de algo más de 29km/h, que raras veces he sacado cuando entreno solo, y que está 1km/h por encima de los 28 que hice cuando vine a reconocer el circuito dos semanas antes. Con este dato, salgo a correr bastante animado. Tanto, que empiezo a alejarme de mi puesto en el box y me doy cuenta de que llevo los guantes de la bici puestos. Empezaba a pegar el sol y merecía la pena volver unos metros atrás a soltarlos.

En la carrera a pie fue donde la magnitud y distancia de la prueba me pasó factura. Empecé a correr a 6 el kilómetro, pensando nada más en terminar, y con muchísimo respeto ya que, aunque parezca mentira, la última vez que corrí más de 10km seguidos fue en la media maratón de los Palacios, hace casi un año. Eran dos vueltas de 5 km, y otro km más hasta meta, aproximadamente. Empezó a dolerme todo pero terminé la primera vuelta sin parar para nada. Decidí parar en el primer avituallamiento de la segunda vuelta aprox. Caminé unos metros para tomar agua y un gel, recuperar la respiración, y me puse como objetivo llegar de allí al final sin parar.

La foto post-carrera


No lo conseguí, pero sí acabé en menos de 3 horas de tiempo final, y sólo paré un par de veces más de allí a meta. Como nota muy positiva, después de los 11km no había ni rastro de ampollas en mis pies, así que espero seguir esta progresión y poder encontrar continuidad en mis entrenamientos.


En resumen, un cierre de temporada muy satisfactorio, ya que la prueba fue brillante por su organización. Contento también de compartir previa y post-carrera con compañeros del club, e ir conociéndoles poco a poco, y pensando ya en 2015.